no hay duda que con unos cuantos dumplings en la boca,
sin importar dónde y cuando, tendras esa sensación cálida en tu boca.
el momento en el que comienzas a hacer sonidos de placer.
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se trata más de hacer el amor con la comida que de comer. a veces se vuelve un poco divertido, pero eso nos gusta. y seamos honestos, a veces es una buena y sucia diversión: atiborrarse la cara. la comida es buena y los dumplings
como comida son aún mejor.
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así que toma una bolsa, guárdala en el congelador, cómela esta noche, o mañana, o en ese momento de embriaguez después de unas cuantas de más.
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pero hagas lo que hagas, no lo comas congelado.
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me da pereza y no quiero cocinarlos en casa...
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todos los dumplings se hacen con amor desde cero en san juan del sur